Cuando se pregunta por el auto masss durable, debemos pensar en las décadas de los años 70-80. Con las opciones de Mercedes-Benz y sus motores diésel , junto a los durísimos motores de gasolina de Honda.
Centrándonos en el caso alemán, se suele hablar de los modelos W123 y W124, antecesores de la Clase E. Cuando no teníamos la necesidad de 150 CV turbodiésel para un vehículo familiar, Mercedes montaba durísimos motores atmosféricos de diesel, los que le han dado fama mundial y una reputación intachable a los de Stuttgart.
Uno de lo mejores motores ha sido el de los Mercedes 200D, en el caso que nos ocupa, un modelo W115 que salio a la calle en 1976. Esta berlina de cuatro puertas y 1.365 kg de peso, contava con un motor de cuatro cilindros y 1.955 cc, capaz de desarrollar 55 CV a 4.200 rpm y un par máximo de 113 Nm a 2.400 rpm. Sin nada de electrónica a su alrededor y una sólida bomba de inyección mecánica, no es raro pensar que estos motores fueran robustos y durables. Podían funcionar con combustible diesel de baja calidad, y muchos de ellos recibieron un trato muy duro como taxis.
Las prestaciones de estos autos no eran las mejores. La aceleración de 0 a 100 km/h se completaba en 31.0 segundos y la velocidad máxima conseguía tan solo130 km/h. El consumo medio real era alto y rondaba los 8 l/100 km, pero jamás se averiaban.
¿Si alguien lo duda? que se lo pregunte a “Gregorios Sachinidis”, un taxista de Thessalonica que ha recorrido 4.6 millones de kilómetros a su Mercedes 200D, sin ningún tipo de problema. Casi lograr el medio millón de kilómetros sin problemas se dice facil. ¡Pero ojo! 4.6 millone de kilómetros en condiciones en muchos casos duras.
Cuando “Gregorios” compró el Mercedes 200D modelo 1976, en Alemania era el año 1981, y ya tenía 220.000 km. Lo condujo de vuelta a Grecia, donde se usó ininterrumpidamente como taxi 24 horas, en su propia compañía de taxis. 24 horas al día, 7 días a la semana, durante casi 25 años. Ya que el vehiculo no podía dejar de dar servicio, “Sachinidis” compró otros dos motores, que iba rotando cada cierto número de kilómetros. 11 rotaciones se hicieron en total. ¡El taxista jamás tuvo problemas con ellos!
Tan solo con unos cuantos cambios minimos de mantenimiento, decenas de pastillas y discos de freno, un buen número de amortiguadores y puede que algún escape, todo el auto aguantó los 4,600,000.00 de kilómetros. Simplificando mucho los cálculos y asumiendo que los tres propulsores se usaron por igual, cada uno habría recorrido más de 1.5 millones de kilómetros (algo Insolito).
En cuanto Mercedes-Benz se enteró de la existencia de este taxi en 2004, se lo compró a su dueño para su colección permanente, en el museo situado en Stuttgart. El cual es ahora exhibido con orgullo, su carrocería muestra signos claros de vejez, pero ya quisieran muchos autos estar así, con un 10% de su kilometraje.
A “Gregorios Sachinidis” se le regaló un Mercedes C 200 CDI. No es que sea un mal auto, pero mucho me temo que no pueda aguantar otros 4.6 millones de kilómetros, si llega a un millón de kilómetros se puede dar por bien servido.
Esta es una historia que nos recuerda cómo se ha ganado Mercedes-Benz su reputación, también los buenos autos que se construían no hace mucho, hechos para durar décadas, no para cambiarlos cuando alcanzan los 100.000 km porque empiezan a dar fallos.
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Emilio R. Covelo
El auto masss durable un Mercedes 200D
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GQuantumm
on 3/21/2010
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Auto masss durable
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Los autos masss confiable segun estadisticas J.D. POwer USA
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GQuantumm
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Autos confiables
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La compra de un auto probablemente sea una de las inversiones masss importantes que hacemos en nuestra vida, junto a la de la vivienda. Por eso mismo es razonable que tratemos de acercarnos a aquellas marcas que nos inspiran confianza.
De hecho lo masss habitual es que si nos fue bien con la marca de nuestro viejo vehículo, volvamos a recurrir a ella cuando vayamos a sustituirlo. Pensando en continuar con las mismas características o por lo menos con la misma durabilidad y confiabilidad.
El organismo norteamericano independiente J.D. Power ha elaborado un estudio en el que tratan de cuantificar de alguna forma la fiabilidad de los fabricantes de automóviles que distribuyen sus vehículos en los Estados Unidos. De los fabricantes que también venden en varias partes del mundo los mejor parados han sido Porsche y Lexus, mientras que Land Rover, Suzuki y Volkswagen se llevan la peor valoración.
La forma de analizar la fiabilidad ha consistido en contabilizar los problemas que han tenido los propietarios de 100 vehículos de cada marca a lo largo de los últimos años con modelos adquiridos en 2007.
Sin embargo no se menciona algo importante para tomar en cuenta, el rango de kilómetros, el uso de estos vehículos y el tipo de mecánicas analizadas (las mecánicas que habitualmente se venden en Estados Unidos de marcas como Volkswagen no tienen nada que ver con las masss vendidas en Europa).
La media de fallos independientemente de la marca, medidos por cada 100 vehículos, se situa en 155, es decir, 1.55 problemas durante los 3 primeros años. Según este análisis las marcas que menos ocasiones han tenido que acudir al taller, han sido: Porsche -110, Lexus -115, Toyota -128 , Honda -132, Ford -141 y Mercedes-Benz -142. Por la parte media tenemos a Hyundai -148, Infiniti -150, Subaru -155, BMW -165, Kia -167 y Volvo -167.
Los peor parados en este análisis han sido Land Rover -255, Suzuki -253, Volkswagen -225, Mini -203 y Mitsubishi -202. Según la conclusión de este muestreo sus propietarios han tenido que acudir al taller (para reparaciones) al menos un par de veces en los últimos tres años. Otros también mal parados, pero no tanto, han sido Mazda –195, Audi -182, Nissan -180 y Jaguar -175.
Por modelos, el masss confiable según este análisis ha sido el Cadillac DTS, convirtiéndose en el primer modelo en esta década de un fabricante estadounidense que consigue bajar del coeficiente 100 (tan solo se obtuvieron 76 fallos por cada 100 vehículos). El análisis además asegura que 7 de los 10 modelos con menos problemas pertenece a General Motors o Ford.
Lógicamente y pensando que este tipo de estadísticas rara vez son un fiel reflejo de la realidad. Es evidente que no se puede comparar un fabricante de deportivos y SUV con cierto grado de tecnología (y entendiendo que cuanta masss tecnología se tenga, también hay masss elementos propensos a fallar) con una marca que centra su negocio en utilitarios familiares (berlinas, compactos….
Por lo menos confiaremos en que este tipo de estadísticas sirvan para que los fabricantes “se pongan las pilas” y se preocupen cada vez masss por la confiabilidad de sus autos. Y es que no hay nada que fastidie masss que no poder utilizar nuestro auto por tenerlo en el taller arreglando averías que en muchos casos son bastante absurdas, sobretodo aquellas que implican a los sistemas electrónicos.
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Jesus Agustin
Los autos masss confiable segun estadisticas J.D. POwer USA
De hecho lo masss habitual es que si nos fue bien con la marca de nuestro viejo vehículo, volvamos a recurrir a ella cuando vayamos a sustituirlo. Pensando en continuar con las mismas características o por lo menos con la misma durabilidad y confiabilidad.
El organismo norteamericano independiente J.D. Power ha elaborado un estudio en el que tratan de cuantificar de alguna forma la fiabilidad de los fabricantes de automóviles que distribuyen sus vehículos en los Estados Unidos. De los fabricantes que también venden en varias partes del mundo los mejor parados han sido Porsche y Lexus, mientras que Land Rover, Suzuki y Volkswagen se llevan la peor valoración.
La forma de analizar la fiabilidad ha consistido en contabilizar los problemas que han tenido los propietarios de 100 vehículos de cada marca a lo largo de los últimos años con modelos adquiridos en 2007.
Sin embargo no se menciona algo importante para tomar en cuenta, el rango de kilómetros, el uso de estos vehículos y el tipo de mecánicas analizadas (las mecánicas que habitualmente se venden en Estados Unidos de marcas como Volkswagen no tienen nada que ver con las masss vendidas en Europa).
La media de fallos independientemente de la marca, medidos por cada 100 vehículos, se situa en 155, es decir, 1.55 problemas durante los 3 primeros años. Según este análisis las marcas que menos ocasiones han tenido que acudir al taller, han sido: Porsche -110, Lexus -115, Toyota -128 , Honda -132, Ford -141 y Mercedes-Benz -142. Por la parte media tenemos a Hyundai -148, Infiniti -150, Subaru -155, BMW -165, Kia -167 y Volvo -167.
Los peor parados en este análisis han sido Land Rover -255, Suzuki -253, Volkswagen -225, Mini -203 y Mitsubishi -202. Según la conclusión de este muestreo sus propietarios han tenido que acudir al taller (para reparaciones) al menos un par de veces en los últimos tres años. Otros también mal parados, pero no tanto, han sido Mazda –195, Audi -182, Nissan -180 y Jaguar -175.
Por modelos, el masss confiable según este análisis ha sido el Cadillac DTS, convirtiéndose en el primer modelo en esta década de un fabricante estadounidense que consigue bajar del coeficiente 100 (tan solo se obtuvieron 76 fallos por cada 100 vehículos). El análisis además asegura que 7 de los 10 modelos con menos problemas pertenece a General Motors o Ford.
Lógicamente y pensando que este tipo de estadísticas rara vez son un fiel reflejo de la realidad. Es evidente que no se puede comparar un fabricante de deportivos y SUV con cierto grado de tecnología (y entendiendo que cuanta masss tecnología se tenga, también hay masss elementos propensos a fallar) con una marca que centra su negocio en utilitarios familiares (berlinas, compactos….
Por lo menos confiaremos en que este tipo de estadísticas sirvan para que los fabricantes “se pongan las pilas” y se preocupen cada vez masss por la confiabilidad de sus autos. Y es que no hay nada que fastidie masss que no poder utilizar nuestro auto por tenerlo en el taller arreglando averías que en muchos casos son bastante absurdas, sobretodo aquellas que implican a los sistemas electrónicos.
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Jesus Agustin
Problemas con la batería
Una batería descargada es uno de esos rituales que debemos pasar alguna vez siendo propietarios de un vehículo. Seguramente todos en algún momento hemos tenido o seguramente tendremos un problema con la batería de nuestro auto. Una batería descargada es uno de esos rituales tan molestos que debemos pasar alguna vez siendo propietarios de un vehículo.
Usas lentes o gafas cuidado con el airbag
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GQuantumm
on 3/20/2010
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Airbag y lentes
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Muchos somos los que necesitamos lentes para conducir, o simplemente conducimos con gafas de sol para evitar el deslumbramiento. Por ello, estudios como este de la Fundación Mapfre en el que se analizan las lesiones que puede ocasionar el estallido del airbag en un accidente si llevamos lentes o gafas siempre son bienvenidos, puesto que pueden contribuir a mejorar la seguridad vial y masss concretamente a reducir las posibles lesiones en un accidente.
Según la Fundación Mapfre: llevar letes o gafas no siempre nos va a proteger una parte tan sensible y delicada como son los ojos en un accidente. Más bien puede ser al contrario, ya que los efectos de la montura y de los cristales sobre el globo ocular pueden ser devastadores y producir lesiones de importancia, incluso en una colisión a muy baja velocidad, con el impacto de nuestra cara sobre el airbag o el volante. Ahora bien, ¿qué se puede hacer para minimizar este riesgo?
Según el “Estudio sobre las lesiones oculares y orbitarias en usuarios de de lentes o gafas por estallido del airbag a baja velocidad“, realizado por el Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, el uso combinado del airbag y el cinturón de seguridad reduce el riesgo de muerte hasta un 9.5 %. Sin embargo, el mismo airbag puede ocasionarnos lesiones que, en el caso de llevar gafas, podrían suponer un riesgo en algunos casos de hasta el doble que si no usásemos gafas o lentes.
Para minimizar este riesgo de lesiones, un primer y fundamental paso es adoptar una correcta postura de conducción, dejando una distancia adecuada entre el volante y el conductor, que podría ser como media de unos 45 centímetros. Si conducimos muy pegados al volante los daños podrán ser masss peligrosos. Otras interesantes conclusiones de este estudio son que cuando los lentes no se rompen actúan como un agente protector para los ojos, aunque esta resistencia suele ser un 15 % inferior en el caso de gafas o lentes cuenten con montura libre.
Además de estas medidas absolutamente obligatorias y lógicas, como llevar siempre puesto el cinturón y adoptar una postura conveniente y a la vez cómoda para conducir, que no impida el correcto funcionamiento del airbag, si conducimos con gafas o lentes interesa, por tanto, que sean con montura cerrada y bastante rígida y, sobre todo, que los cristales sean orgánicos. Estos cristales, además de ser masss ligeros, no se astillan al romperse como los tradicionales cristales minerales.
Publicado por:
Jesus Agustin
Usas lentes o gafas cuidado con el airbag
Según la Fundación Mapfre: llevar letes o gafas no siempre nos va a proteger una parte tan sensible y delicada como son los ojos en un accidente. Más bien puede ser al contrario, ya que los efectos de la montura y de los cristales sobre el globo ocular pueden ser devastadores y producir lesiones de importancia, incluso en una colisión a muy baja velocidad, con el impacto de nuestra cara sobre el airbag o el volante. Ahora bien, ¿qué se puede hacer para minimizar este riesgo?
Según el “Estudio sobre las lesiones oculares y orbitarias en usuarios de de lentes o gafas por estallido del airbag a baja velocidad“, realizado por el Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, el uso combinado del airbag y el cinturón de seguridad reduce el riesgo de muerte hasta un 9.5 %. Sin embargo, el mismo airbag puede ocasionarnos lesiones que, en el caso de llevar gafas, podrían suponer un riesgo en algunos casos de hasta el doble que si no usásemos gafas o lentes.
Para minimizar este riesgo de lesiones, un primer y fundamental paso es adoptar una correcta postura de conducción, dejando una distancia adecuada entre el volante y el conductor, que podría ser como media de unos 45 centímetros. Si conducimos muy pegados al volante los daños podrán ser masss peligrosos. Otras interesantes conclusiones de este estudio son que cuando los lentes no se rompen actúan como un agente protector para los ojos, aunque esta resistencia suele ser un 15 % inferior en el caso de gafas o lentes cuenten con montura libre.
Además de estas medidas absolutamente obligatorias y lógicas, como llevar siempre puesto el cinturón y adoptar una postura conveniente y a la vez cómoda para conducir, que no impida el correcto funcionamiento del airbag, si conducimos con gafas o lentes interesa, por tanto, que sean con montura cerrada y bastante rígida y, sobre todo, que los cristales sean orgánicos. Estos cristales, además de ser masss ligeros, no se astillan al romperse como los tradicionales cristales minerales.
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Jesus Agustin
Musica y conduccion segura
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GQuantumm
on 3/08/2010
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Conducir con musica
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Escuchar música mientras se conduce es para la mayoría de nosotros algo absolutamente normal, e incluso imprescindible. Independientemente del formato elegido, CD, MP3, iPod o similar, los propios fabricantes de autos hacen lo posible para que llevemos a bordo nuestro repertorio favorito. Pero conviene ser cuidadoso: en algunas circunstancias, la música puede aumentar el riesgo de accidentes.
Entre los excesos del tuneo desmedido que convierte, su auto en un antro ambulante y el que solo usa la radio para escuchar noticias o deportes. Existe la media de conductores que nos gusta escuchar “nuestra” música mientras conducimos. Sin embargo, no siempre somos conscientes de hasta qué punto las canciones que suenan influyen en nuestras capacidades al volante.
Sobre todo en los largos viajes nocturnos, la compañía de lo que consideramos buena música puede ser incluso aconsejable, con masss razón, si los pasajeros tienen la fea costumbre de aprovechar el ronroneo del motor para echar un sueño. La monotonía del trayecto por una autopista oscura y poco transitada se compensa con melodías de nuestro agrado, que nos hacen sentir bien y aumentan nuestra atención. Pero cuando nos sumergimos en el agobiante tráfico de la ciudad y sus extrarradios, la música puede actuar como un elemento distractor que aumenta el riesgo de accidentes.
Desde hace mucho tiempo se sabe que la música afecta no solo al estado de ánimo sino también a muchas funciones fisiológicas. El pulso cardíaco aumenta y la actividad cerebral se acelera; efectos que, manteniéndose dentro de unos márgenes razonables, favorecen muchas actividades del ser humano. Pero que cuando sufren un aumento excesivo, afectan negativamente a nuestras reacciones.
Como siempre, todo es relativo y depende, por supuesto, de nuestros gustos personales, “aunque sean malos”. Mientras nuestras canciones favoritas mejoran nuestras facultades al conducir, los estilos musicales que no nos gustan provocan el efecto contrario.
En la Universidad de Dortmund llevan estudiando la influencia de la música en la conducción desde la década de los noventa. En todos estos años, han llegado a la conclusión de que los aficionados al pop suelen conducir masss de prisa y de forma masss agresiva que los amantes de la música clásica, dados a una conducción defensiva. Sin embargo, la música sinfónica, con sus frecuentes cambios de volumen puede provocar masss distracciones que los habituales éxitos de los “top 10”.
Y un dato importante, que llevo años defendiendo: en contra de la creencia mayoritaria, el Heavy Metal no aumenta la agresividad, ni siquiera a la hora de conducir. Deep Purple, Scorpions, Dio, Rush, Iron Maiden, Judas Priest y otros no son los culpables de los errores al volante.
El factor masss importante es el volumen. Gastarse un dineral en meter chorrocientos watios de potencia musical en el auto tiene un efecto contraproducente para la seguridad vial. La música muy alta hace masss difícil prestar atención a los demás usuarios de la vía, impidiendo a veces incluso escuchar la sirena de un vehículo de emergencias. Los estudios han demostrado que sacarle todo el jugo al amplificador circulando a 100 km/h puede aumentar la distancia de frenado (por aumento del tiempo de reacción) en unos 15 metros.
Una investigación llevada a cabo hace unos años en Canadá consideró las obras de Richard Wagner como una de las masss peligrosas a la hora de conducir, en especial “La Cabalgata de Las Valkirias”. Los autores del estudio hacen especial hincapié en el ritmo, independientemente del estilo. Cuanto masss rápida sea la música, mayor es el riesgo de accidente. Siempre será preferible algo lento un que un “allegro”.
Los siguientes éxitos de esta lista negra son los para mí desconocidos “Firestarter” de Prodigy, “Red Alert” de Basement Jaxx e “Insomnia” de Faithless. Aún así, no hemos hablado del otro gran problema: lo molesto que puede resultar la música (sobre todo alguna) para los demás, y que además, masss se empeñan en que “todo mundo la oiga”.
Publicado por:
Jose Medina
Musica y conduccion segura
Entre los excesos del tuneo desmedido que convierte, su auto en un antro ambulante y el que solo usa la radio para escuchar noticias o deportes. Existe la media de conductores que nos gusta escuchar “nuestra” música mientras conducimos. Sin embargo, no siempre somos conscientes de hasta qué punto las canciones que suenan influyen en nuestras capacidades al volante.
Sobre todo en los largos viajes nocturnos, la compañía de lo que consideramos buena música puede ser incluso aconsejable, con masss razón, si los pasajeros tienen la fea costumbre de aprovechar el ronroneo del motor para echar un sueño. La monotonía del trayecto por una autopista oscura y poco transitada se compensa con melodías de nuestro agrado, que nos hacen sentir bien y aumentan nuestra atención. Pero cuando nos sumergimos en el agobiante tráfico de la ciudad y sus extrarradios, la música puede actuar como un elemento distractor que aumenta el riesgo de accidentes.
Desde hace mucho tiempo se sabe que la música afecta no solo al estado de ánimo sino también a muchas funciones fisiológicas. El pulso cardíaco aumenta y la actividad cerebral se acelera; efectos que, manteniéndose dentro de unos márgenes razonables, favorecen muchas actividades del ser humano. Pero que cuando sufren un aumento excesivo, afectan negativamente a nuestras reacciones.
Como siempre, todo es relativo y depende, por supuesto, de nuestros gustos personales, “aunque sean malos”. Mientras nuestras canciones favoritas mejoran nuestras facultades al conducir, los estilos musicales que no nos gustan provocan el efecto contrario.
En la Universidad de Dortmund llevan estudiando la influencia de la música en la conducción desde la década de los noventa. En todos estos años, han llegado a la conclusión de que los aficionados al pop suelen conducir masss de prisa y de forma masss agresiva que los amantes de la música clásica, dados a una conducción defensiva. Sin embargo, la música sinfónica, con sus frecuentes cambios de volumen puede provocar masss distracciones que los habituales éxitos de los “top 10”.
Y un dato importante, que llevo años defendiendo: en contra de la creencia mayoritaria, el Heavy Metal no aumenta la agresividad, ni siquiera a la hora de conducir. Deep Purple, Scorpions, Dio, Rush, Iron Maiden, Judas Priest y otros no son los culpables de los errores al volante.
El factor masss importante es el volumen. Gastarse un dineral en meter chorrocientos watios de potencia musical en el auto tiene un efecto contraproducente para la seguridad vial. La música muy alta hace masss difícil prestar atención a los demás usuarios de la vía, impidiendo a veces incluso escuchar la sirena de un vehículo de emergencias. Los estudios han demostrado que sacarle todo el jugo al amplificador circulando a 100 km/h puede aumentar la distancia de frenado (por aumento del tiempo de reacción) en unos 15 metros.
Una investigación llevada a cabo hace unos años en Canadá consideró las obras de Richard Wagner como una de las masss peligrosas a la hora de conducir, en especial “La Cabalgata de Las Valkirias”. Los autores del estudio hacen especial hincapié en el ritmo, independientemente del estilo. Cuanto masss rápida sea la música, mayor es el riesgo de accidente. Siempre será preferible algo lento un que un “allegro”.
Los siguientes éxitos de esta lista negra son los para mí desconocidos “Firestarter” de Prodigy, “Red Alert” de Basement Jaxx e “Insomnia” de Faithless. Aún así, no hemos hablado del otro gran problema: lo molesto que puede resultar la música (sobre todo alguna) para los demás, y que además, masss se empeñan en que “todo mundo la oiga”.
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Jose Medina