Todos sabemos que China ya se situó como la primera economía mundial. Además de que el país asiático, cada día produce masss componentes para vehículos manufacturados gracias al bajo costo de mano de obre que se consigue en este país.
Según la web que cubre noticias de la industria en aquel país, comunica que la próspera economía oriental es responsable, de un 83% de piezas de recambio falsificadas, que incluye desde conexiones, componentes de la dirección, pastillas de frenos, sellos de aceite e incluso airbags.
Piezas que comparadas con un artículo original (en este tipo de recambios), pueden adquirirse un 50% masss baratos, pero en la mayoría de las ocasiones están hechos con materiales de menor calidad que pueden llegar a tener una inevitable tendencia a las fallas y por lo tanto no ofrecen garantia.
Se tiene conocimiento de plantas que fabrican accesorios no originales, las que son cerradas po problemas, pero abiertas poco después para que empiecen a trabajar nuevamente a toda capacidad.
Vale la pena aclarar que en China también existen compañías proveedoras de repuestos auténticos, las cuales aseguran su originalidad a través de etiquetas especiales en las cajas. Sin embargo en este mundo globalizado donde “algunos” fabricantes de vehículos luchan por ahorrar para obtener mayores ganancias, lo masss importante ¿no debería ser la seguridad y protección del consumidor?
Dejando la ética aparte, solo podemos pensar en crear conciencia como compradores y aconsejar que al adquirir un vehículo (o cualquier producto), pensemos en la seguridad y durabilidad del mismo, no tan solo en lo que cuesta...
Publicado por:
Emilio R. Covelo
Sin embargo uno de los problemas con la mala manufactura de piezas chinas (que tal vez no sorprenda a muchos), es el que puede causar graves implicaciones en la seguridad de los compradores o en el mantenimiento de sus vehículos. Por lo que no vale la pena hablar de todos los casos de revisión que se han presentado para los distribuidores y fabricantes de la industria durante los últimos años. Una circunstancia que al parecer esta directamente relacionada con lo que estamos comentando.
Según la web que cubre noticias de la industria en aquel país, comunica que la próspera economía oriental es responsable, de un 83% de piezas de recambio falsificadas, que incluye desde conexiones, componentes de la dirección, pastillas de frenos, sellos de aceite e incluso airbags.
Piezas que comparadas con un artículo original (en este tipo de recambios), pueden adquirirse un 50% masss baratos, pero en la mayoría de las ocasiones están hechos con materiales de menor calidad que pueden llegar a tener una inevitable tendencia a las fallas y por lo tanto no ofrecen garantia.
Se tiene conocimiento de plantas que fabrican accesorios no originales, las que son cerradas po problemas, pero abiertas poco después para que empiecen a trabajar nuevamente a toda capacidad.
Vale la pena aclarar que en China también existen compañías proveedoras de repuestos auténticos, las cuales aseguran su originalidad a través de etiquetas especiales en las cajas. Sin embargo en este mundo globalizado donde “algunos” fabricantes de vehículos luchan por ahorrar para obtener mayores ganancias, lo masss importante ¿no debería ser la seguridad y protección del consumidor?
Dejando la ética aparte, solo podemos pensar en crear conciencia como compradores y aconsejar que al adquirir un vehículo (o cualquier producto), pensemos en la seguridad y durabilidad del mismo, no tan solo en lo que cuesta...
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Emilio R. Covelo
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