El C-NCAP es el organismo controlador fundado en 2006 para China, encargado de vigilar por la seguridad de los vehículos que se venden en el país asiático y los que se exportan.
Uno de los aspectos masss criticados de este organismo teóricamente independiente, es su escasa transparencia e imparcialidad. Está dominado por una institución denominada “China Automotive Technology and Research Center” (CATARC), una asociación con una estrecha relación con el Gobierno de China.
Por otra parte, actualmente tiene unos estándares de seguridad débiles. Los choques frontales se producen a una velocidad de sólo 56 km/h, en un mundo en el que EuroNCAP, IIHS o ADAC consideran unánimemente el choque a 64 km/h. Tampoco tienen en cuenta en su valoración final sistemas de seguridad activa como ESP o avisadores de punto muerto, que EuroNCAP sí valora.
Las únicas pruebas que realiza son choques de frente sobre el 100% de la superficie frontal del auto, y choques con solapamiento del 40%, pero a 8 km/h menos que las agencias occidentales. Un coche que obtenga cinco estrellas a esta velocidad podría deshacerse a 64 km/h y obtener una valoración desastrosa según el ADAC.
C-NCAP es consciente y pretende actualizar sus pruebas para 2012. Entre algunos cambios destacados, choques frontales a 64 km/h y una valoración positiva de sistemas como ABS o ESP. También se incorpora simulación de choque trasero por alcance debido al gran número de accidentes registrados en las carreteras de la República Popular, y dummies que simulan a la mujer, estudiando los efectos del choque en su zona pectoral, masss sensible y delicada que la de un dummy masculino.
Sin embargo no hay mención sobre impactos de poste, pero es positivo que se endurezcan los estándares, para la seguridad de los propios conductores chinos y para mejorar la percepción que se tiene en cuanto a seguridad de los vehículos chinos, francamente mala en Occidente. Ahora sólo necesitamos algo más de transparencia, algo que la burocracia china deberá de resolver, en ese curioso híbrido económico actual que algunos llaman “socialismo de mercado”.
Autosmotosymasss
Uno de los aspectos masss criticados de este organismo teóricamente independiente, es su escasa transparencia e imparcialidad. Está dominado por una institución denominada “China Automotive Technology and Research Center” (CATARC), una asociación con una estrecha relación con el Gobierno de China.
El problema es que los test efectuados no están generalizados en la industria y además no se representan de forma global en el mercado chino, debido a que apenas cubren algunas marcas. Sin embargo, la principal duda sobre su credibilidad es la forma que tiene este organismo de cubrir sus costos. Donde un 80% proviene del CATARC, pero el 20% es sufragado por los mismos fabricantes, que suelen aportar vehículos de alta gama (con equipamientos de seguridad opcionales), características poco comunes en vehículos de serie.
Como Li Weijing el presidente del C-NCAP no cree en que su asociación no tenga ánimo de lucro, pretende obtener algunos beneficios por medios económicos tradicionales. Los fabricantes que estrellan sus autos posteriormente compran los datos de telemetría y fuerzas medidas en los dummies, en un proceso que muchos han criticado por falta de transparencia. También surgen dudas acerca de posibles tratos de favoritismo hacia algunos fabricantes, desmentidos por la propia C-NCAP.
Por otra parte, actualmente tiene unos estándares de seguridad débiles. Los choques frontales se producen a una velocidad de sólo 56 km/h, en un mundo en el que EuroNCAP, IIHS o ADAC consideran unánimemente el choque a 64 km/h. Tampoco tienen en cuenta en su valoración final sistemas de seguridad activa como ESP o avisadores de punto muerto, que EuroNCAP sí valora.
Las únicas pruebas que realiza son choques de frente sobre el 100% de la superficie frontal del auto, y choques con solapamiento del 40%, pero a 8 km/h menos que las agencias occidentales. Un coche que obtenga cinco estrellas a esta velocidad podría deshacerse a 64 km/h y obtener una valoración desastrosa según el ADAC.
Tambien se hacen pruebas de impacto lateral, pero no de impacto contra un poste, protección al peatón o protección de niños. El resultado es que ni siquiera los propios chinos creen los resultados del C-NCAP y un marketing que los pone por las nubes. Un estudio realizado por el canal de televisión estatal CCTV revela que sólo el 6% de los 4.000 espectadores consultados creen que los crash-test son justos. Habría que ver la composición de la muestra, pero nos hacemos una idea del sentimiento general hacia una agencia que no es lo independiente e imparcial que debería.
C-NCAP es consciente y pretende actualizar sus pruebas para 2012. Entre algunos cambios destacados, choques frontales a 64 km/h y una valoración positiva de sistemas como ABS o ESP. También se incorpora simulación de choque trasero por alcance debido al gran número de accidentes registrados en las carreteras de la República Popular, y dummies que simulan a la mujer, estudiando los efectos del choque en su zona pectoral, masss sensible y delicada que la de un dummy masculino.
Sin embargo no hay mención sobre impactos de poste, pero es positivo que se endurezcan los estándares, para la seguridad de los propios conductores chinos y para mejorar la percepción que se tiene en cuanto a seguridad de los vehículos chinos, francamente mala en Occidente. Ahora sólo necesitamos algo más de transparencia, algo que la burocracia china deberá de resolver, en ese curioso híbrido económico actual que algunos llaman “socialismo de mercado”.
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