Al comprar un vehículo y revisar la lista de equipamiento nos vemos confundidos al ver todo un sin fin de siglas, ABS, ESP, EBD, TSC, y masss. Pero en la mayoría de los casos el cliente no entiende su significado. Por suerte para todos estos sistemas están ahí y a lo largo de la vida útil de su vehículo marcarán la diferencia en masss de un momento entre un incidente y un accidente de mayor o menor gravedad.
Aunque hoy en día casi todos los modelos recientes (autos, motos y demás) del mercado ya incorporan el sistema de frenado ABS (Anti-lok Braking System), y consiguen resolver el problema de frenado con el piso mojado sin que el auto se deslice sin control. Existe la posibilidad de no contar con este sistema en nuestro vehículo, lo que marcaría la diferencia.
Por lo que enfrentándonos a una prueba sencilla y típica de la frenada asimétrica, que no consiste en otra cosa que en practicar una frenada de emergencia en un trazado dividido en dos partes (una más deslizante que la otra) y que habitualmente se riega con agua para que la diferencia de adherencia sea aún mayor.
En un primer momento el objetivo de la prueba es practicar la frenada de emergencia sin ABS, ejerciendo la presión sobre el freno y sin tratando de aplicar algunas correcciones. Frenando desde unos 60 km/h (no más, a mayor velocidad el problema empeora) el auto gira por completo y es prácticamente ingobernable lo que provocaría un accidente que hubiera sido inevitable.
Pero contando con un vehículo que incorpora ABS. Podemos comprobar que incluso maltratando el volante en plena frenada, la misma prueba es totalmente diferente, donde el auto mantiene en todo momento la trayectoria, e incluso se detiene sin recorrer masss metros de los necesarios.
Lo sorprendente es que aún habrá quien siga aferrándose a falsos mitos para estar en contra del ABS y otros sistemas, asegurando por ejemplo que la frenada se alarga. Una afirmación para nada cierta, dado que si no existe “ningún problema de mantenimiento”, el ABS únicamente actúa cuando una falta de adherencia de los neumáticos podría provocar un bloqueo de las ruedas, y por lo tanto producir la pérdida total del control para resolver el conflicto que pretendemos solucionar frenando.
Publicado por:
Jesus Agustin
Por lo que enfrentándonos a una prueba sencilla y típica de la frenada asimétrica, que no consiste en otra cosa que en practicar una frenada de emergencia en un trazado dividido en dos partes (una más deslizante que la otra) y que habitualmente se riega con agua para que la diferencia de adherencia sea aún mayor.
En un primer momento el objetivo de la prueba es practicar la frenada de emergencia sin ABS, ejerciendo la presión sobre el freno y sin tratando de aplicar algunas correcciones. Frenando desde unos 60 km/h (no más, a mayor velocidad el problema empeora) el auto gira por completo y es prácticamente ingobernable lo que provocaría un accidente que hubiera sido inevitable.
Pero contando con un vehículo que incorpora ABS. Podemos comprobar que incluso maltratando el volante en plena frenada, la misma prueba es totalmente diferente, donde el auto mantiene en todo momento la trayectoria, e incluso se detiene sin recorrer masss metros de los necesarios.
Lo sorprendente es que aún habrá quien siga aferrándose a falsos mitos para estar en contra del ABS y otros sistemas, asegurando por ejemplo que la frenada se alarga. Una afirmación para nada cierta, dado que si no existe “ningún problema de mantenimiento”, el ABS únicamente actúa cuando una falta de adherencia de los neumáticos podría provocar un bloqueo de las ruedas, y por lo tanto producir la pérdida total del control para resolver el conflicto que pretendemos solucionar frenando.
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